miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Un país de espaldas a la ciencia?

Este artículo me ha parecido bastante interesante ya que, omitiendo diversas referencias políticas, es interesante la alusión que hace al papel que juega la ciencia en nuestro país.
Además, cree importante la existencia de la asignatura Ciencias para el Mundo Contemporáneo, ya que es la única asignatura común que nos aporta a todos cierta cultura científica.
Sin duda, la ciencia es algo esencial para la vida y la educación.

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/11/19/actualidad/1353355868_808309.html

DESPERTARES

Acerca de la película que hemos estado viendo durante algunas clases de la asignatura, me ha parecido conveniente hacer una breve reflexión sobre la misma.

Nada más comenzar a verla, se nos presenta el dato de que está basada en hechos reales, algo que, a lo largo de la película, nos deja a casi todos boquiabiertos.
El doctor Sayer se encuentra, como de costumbre, una tranquila mañana en el hospital cuando le traen a un paciente. Pero se encuentra con un grave inconveniente. El paciente no habla, no muestra ningún tipo de expresión, no es capaz siquiera de gesticular un mínimo movimiento. Es como si estuviera muerto o en estado de coma. Esta circunstancia pone al doctor en un compromiso en el que se mostrará su capacidad por intentar curar al paciente. Es un acto de superación por parte del doctor. Actualmente en las universidades de Medicina se realizan prácticas para ver qué hacer en casos en los que el paciente no hable ni articule ningún movimiento.
Pero, a continuación, comienzan a llegar más casos de pacientes que padecen la misma enfermedad.
El médico se plantea investigar y prueba con un paciente llamado Leonard. 
La madre de Leonard deposita su confianza en el doctor y aprueba que le proporcionen a su hijo una droga para comprobar cuáles son los efectos que le producen al paciente y, así, poder mejorar su situación.
Algo que le llama la atención al doctor Sayer es el simple hecho de que, a pesar de que los pacientes se encuentren en ese estado, tienen grandes reflejos ya que son capaces de coger la pelota al vuelo.
El doctor Sayer le suministra a Leonard la droga L-Dopa y, aunque en un principio no parece tener trascendencia, finalmente Leonard comienza a pronunciar algunas palabras y algo significativo fue cuando escribió su nombre en el papel.
A continuación, la L-Dopa es suministrada al resto de pacientes del hospital que padecen esta enfermedad rara (la llamada "enfermedad del sueño") y todos recuperan su estado normal vital, es como si hubieran "resucitado". Lo curioso es que todos sienten que tienen la edad que tenían antes de que la enfermedad les pasara factura. Ahora los pacientes juegan, ríen, hablan, bailan, etc. Incluso Leonard llega a enamorarse.
Sin embargo todo esto, desafortunadamente, llega a su fin. Se van haciendo visibles ciertos efectos secundarios de la droga que hacen de Leonard, un hombre normalmente tranquilo, alguien bastante impaciente, nervioso y llegando a agredir al propio médico.
Tristemente, la droga deja de ser suministrada y los pacientes vuelven al estado característico de la enfermedad del sueño.
Desde el punto de visto cinematográfico la película nos deja, en cierto modo, con cierto sentimiento nostálgico al ver que ha conseguido devolverles la vida a los pacientes pero que, con impotencia, tienen que volver a su anterior estado.
Esta película muestra de una forma especial el esfuerzo que ponen muchos médicos en tratar con el paciente y en investigar para poder curarle.
El simple hecho de tratar a un paciente ya te sitúa en una circunstancia especial, no es una profesión cualquiera ya que cada día te enfrentas a un nuevo reto.
La valentía que el doctor Sayer muestra a lo largo de todo el proceso es algo a destacar ya que probó con una droga un tratamiento distinto al habitual y se puso en juego su profesión. El doctor investigó y probó hasta dar con algo que hiciera que, al menos, pudieran vivir durante un tiempo.
Además, el médico no solo trataba con Leonard durante su trabajo sino que fuera del hospital también se veía con él y, a pesar de que le despertaban en medio de la noche para ir al hospital, él lo hacía.
También se entregó por completo en la relación con su familia (en este caso, la madre) acompañándola en todo momento y siempre, por supuesto, advirtiéndole de la situación verdadera en la que se encontraba su hijo.
También he valorado que el doctor, no solamente dio lo mejor de sí mismo para curar al paciente sino que hizo que todos los pacientes disfrutaran  de su "corta vida" organizando excursiones y salidas.
En conclusión, esta película me ha aportado mucho sobre condiciones extremas que se pueden dar en un hospital y me ha conmovido todo el comportamiento del doctor, así como de los pacientes.
La relación médico-paciente entre Leonard y el Doctor Sayer creó una gran conexión y un vínculo de afecto entre ambos.
Recomendaría ver esta película tanto a pacientes: para que valoraran más el esfuerzo que realizan los médicos por ellos y que no sean tan exigentes con los doctores que tratan de ayudarles, como a médicos: para que a veces dieran un paso más, sin miedo, en la investigación y tratamiento de los pacientes y así, no aferrarse a los métodos tradicionales.


Aquí os dejo el trailer de la película: