martes, 23 de abril de 2013

Clonación y bioética

La clonación, es una rama de la ingeniería genética que  busca crear genes idénticos y reproducirlos de forma asexual. Hay tres tipos de clonación: Partición (en la que los individuos son semejantes entre sí, pero son diferentes a sus padres.), Paraclonación (transferencia de núcleos procedentes de embriones en cultivo.), Clonación verdadera (Es una transferencia de núcleos de células de individuos ya nacidos.)En cuanto a la reproducción se puede hacer por dos distintos métodos, artificial y natural, la artificial es la unión de de los gametos masculinos (espermatozoide) y femeninos (óvulo) mediante procesos técnicos.
Podemos encontrar, como en debates bióticos, unas posiciones enfrentadas: los que aceptan la clonación y todas sus variantes como una nueva alternativa para la reproducción, que incrementa la capacidad electiva del ser humano; los que aceptan algunas de ellas bajo determinadas circunstancias; y los que consideramos que el acto de clonación es ilícito en sí mismo, que no puede ser justificado ni por circunstancias especiales ni por fines subjetivos, por muy nobles que éstos sean.
La clonación, como conclusión, aporta distintas innovaciones clínicas y mejoras en la salud a pesar del evidente dilema bioético. 
No hay duda de que es un proceso complicado de manipulación de un embrión y la pregunta radica en: ¿La clonación hará más fácil la vida humana?

Clonación terapéutica


La clonación contra el Parkinson 

Según se ha publicado en la revista "Nature Medicine", científicos estadounidenses han clonado ratones para obtener neuronas productoras de dopamina con las que ha conseguido tratar con éxito la enfermedad neurológica del Parkinson.

Aunque se trata de un trabajo de experimentación con animales, los científicos consideran que puede tener importantes implicaciones clínicas. 
La transferencia nuclear consiste en insertar el núcleo de una célula somática en un óvulo cuyo núcleo se ha extraído previamente. Esa célula presenta células madre embrionarias para distintos fines terapéuticos. Dado que la información genética de las células madre resultantes procede del propio sujeto, no existe problema de rechazo inmunológico al trasplantarlas al mismo individuo.
 
En el nuevo estudio se empleó este procedimiento para tratar la enfermedad de Parkinson en modelos animales. Los autores utilizaron células cutáneas del rabo de los ratones para generar neuronas productoras de dopamina. Los animales que recibieron neuronas derivadas de líneas de células madre individualmente compatibles mostraron una mejoría neurológica significativa. Sin embargo, cuando estas neuronas se trasplantaron a ratones no compatibles genéticamente, las células no sobrevivieron y los ratones no mostraron ningún signo de recuperación.