sábado, 24 de noviembre de 2012

Maravilloso discurso

Una niña de 12 años impacta a las Naciones Unidas



Severn Suzuki acudió a Río de Janeiro en 1992 para demostrar a los representantes de las naciones en la ONU el futuro que nos espera. Fundó ECO con solamente diez años.
Esta niña de doce años conoce mejor que muchos otros expertos, empresarios, políticos y periodistas el futuro que nos depara si continuamos con esta actitud egoísta.
La joven comienza presentándose como representante de ECO. Esta asociación reúne a niños de entre doce y trece años que se preocupan del medio ambiente.
Habla en nombre de todos aquellos niños que mueren de hambre, de todos los animales que emigran a otros hábitats, etc.
Tiene miedo del futuro, tiene  miedo de tomar el sol por los agujeros de la capa de Ozono, incluso tiene miedo de respirar.

Los bosques, los animales salvajes y las aguas cristalinas ahora solo son un sueño. Está muy preocupada por sus hijos, ya que éstos no podrán ver esta naturaleza que nos rodea.

Me parece vergonzoso que sea una niña la que tenga que dar lecciones a los adultos sobre cómo actuar ante el mundo.Sin embargo, es una gran muestra de valentía, coraje y personalidad.
Como no tenemos ninguna solución a estos problemas, propone que dejemos de destruir el mundo.
A pesar de que todos tengamos un trabajo que nos representa frente a los demás, todos somos hermanos, padres y madres, hijos; por ello hemos de preocuparnos por los "nuestros".  
En repetidas ocasiones recalca el hecho de que "tan sólo es una niña". Una niña que intenta por todos los medios sensibilizarnos ante esta oscura situación.
Todo este proceso es el resultado de no compartir con el resto, los países ricos son egoístas y a pesar de tener más recursos de los suficientes nunca se preocupan de los que mueren de hambre; porque tenemos miedo de compartir y de perder nuestras riquezas, queremos que lo nuestro sea sólo para nosotros.
Una anécdota que me llama la atención es el niño de la calle que desearía ser rico pero no para su propio beneficio, sino para compartirlo con todos los que no tienen nada.
Lo más triste de todo esto es que el lugar en el que naces determina una gran diferencia en el transcurso de tu vida.
El mundo tiene que trabajar unido en el único objetivo de construir un maravilloso lugar donde vivir; mucho dinero que despilfarramos podríamos usarlo en vencer al hambre y a la contaminación.
En esta vida, hay una sucesiva paradoja que se transmite de generación en generación. Cuando nacemos, nos enseñan a cuidar el medio ambiente, a compartir, a respetar, a limpiar, a ayudar, etc.; pero luego los adultos son los primeros que dejan de lado estos valores a la hora de actuar.

Siempre nuestros padres tratan de consolarnos con frases como: "No es el fin del mundo", "Todo irá bien"; pero Severn cree que esto ya no se podrá decir porque cada uno se rige por sus propias prioridades y no piensa en el futuro de sus hijos.

El final del discurso me resultó muy emotivo porque desafía a todos los presentes diciendo: "Que vuestras acciones reflejen vuestras palabras".
En conclusión, esta niña demuestra las ganas que tiene por cuidar el mundo para que todos lo puedan disfrutar por igual. Muchas veces la verdad está en la boca de los niños y este discurso muestra la valentía presente en ellos y ausente en la mayoría de los adultos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario